El domingo amaneció espléndido pero un poco frío, en Mota del Cuervo. Desde bien temprano la localidad respiraba distinta. El domingo ramos abría un año más la recreación de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y la representación de la última cena.
La parroquia San Miguel Arcángel y sus aledaños, eran un ir y venir de fieles desde primeras horas de la mañana, intensificándose sobre las diez y media, momento de la bendición de palmas y ramos de olivo, que tenía lugar dentro del templo, al tiempo que se preparaba la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno, que celebraba hoy su día grande.
El desfile se iniciaba con los sones del himno nacional que daban salida a la imagen de la “borriquilla”, conmemorando el momento en el que Jesucristo entró a lomos de un burro en Jerusalén, aclamado por miles de personas que portaban ramas de olivos y palmas.
La banda de cornetas y tambores de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno amenizó el desfile procesional que subía por la calle la Iglesia, Plaza Mayor, para luego volver por Calle Mayor de nuevo al templo, momento en el que tuvo lugar la celebración de la eucaristía. Una vez finalizada está, los hermanos, autoridades y demás vecinas asistían la invitación de la Hermandad.
La tarde caía, y los moteños y moteñas se arremolinaban a las puertas de la iglesia parroquial para ver, un año más, la salida del paso de la Santa Cena. Tras la cruz guía de la Hermandad de la Sagrada Cena y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y Nuestra Señora de la Aurora, y con una impecable organización, comenzaban a salir los primeros nazarenos con hábito compuesto por túnica y capa de color blanco, hasta que los ciriales anunciaban la salida del paso, la del misterio de la Cena.
La Agrupación Musical Esperanza y Caridad acompañaba con sus sones este misterio, donde los doce apóstoles comen pan y vino simbolizando el cuerpo y la sangre de Jesucristo,
Autoridades civiles y religiosas, además de todos los miembros de la Junta de Cofradías, participaron de ambos desfiles procesionales.